El término enfermedad inflamatoria intestinal (EII) se usa generalmente para englobar dos patologías, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Las dos se caracterizan por ser enfermedades del intestino esencialmente, inmunomediadas (hay un mal funcionamiento del sistema inmune que empieza a atacar al propio intestino), inflamatorias y crónicas (no tienen cura y son de por vida), que evolucionan en brotes (fases activas) y periodos de remisión (fases inactivas). Ambas alteran la capacidad del organismo para digerir los alimentos y absorber los nutrientes y comparten además características clínicas y patológicas. Algunos síntomas comunes son: diarrea, sangre en las heces, cansancio, anemia, dolor abdominal y fiebre.
- Enfermedad de Crohn: Crohn es el apellido del médico que describió la enfermedad por primera vez en 1932. Como hemos explicado anteriormente, la enfermedad de Crohn es una patología inflamatoria crónica de origen autoinmune que puede afectar a cualquier parte del aparato digestivo (desde la boca hasta el ano). Normalmente se presenta con mayor frecuencia en la parte final del intestino delgado (íleon terminal) y en el comienzo del colon (ciego y colon proximal). La afectación suele ser de todo el espesor de la pared intestinal. Según el grado de la enfermedad y las zonas del aparato digestivo afectadas, los síntomas pueden ser tremendamente variables de un paciente a otro. Los síntomas más frecuentes en la enfermedad de Crohn son los intestinales y los que se derivan de ellos: dolor abdominal, diarrea con o sin moco y sangre, a veces estreñimiento, fisuras y úlceras en la pared del intestino, cansancio y fatiga, anemia (deficiencia de hierro, de glóbulos rojos o de ambas), fiebre, falta de apetito, pérdida de peso, malestar general y debilidad. También puede haber manifestaciones fuera del intestino (extraintestinales) como, inflamación y rojez en los ojos, sensibilidad extrema a la luz, dolor en las articulaciones, placas rojas en la piel, piedras en el riñón o problemas en el hígado.
- Colitis ulcerosa: la colitis ulcerosa también es una patología inflamatoria crónica, de origen autoinmune, que tiene su actividad más localizada que la enfermedad de Crohn. La enfermedad afecta al colon (intestino grueso), incluyendo el recto (la parte final del intestino grueso) y el ano, dañando la capa que protege el intestino del lumen (el espacio dentro del intestino por donde pasan los alimentos y las heces). Suele presentarse de manera continua. Comienza siempre en el ano y se extiende más o menos hacia el resto de colon, según cada paciente. Al igual que la enfermedad de Crohn, cursa con etapas de brote (activas) y de remisión (sin actividad inflamatoria). Los síntomas más frecuentes en la colitis ulcerosa son:diarrea con moco y sangre, a veces estreñimiento, dolor abdominal, urgencia para ir al baño, problemas para retener la deposición (incontinencia), pérdida de peso, anemia, fiebre, malestar general y debilidad. También hay manifestaciones extraintestinales como dolores articulares, piedras en la vesícula, manchas en la piel e inflamación en los ojos.
- Colitis inespecífica: aunque la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son las EII más conocidas, existe un tercer tipo de EII más raro, conocido como colitis inespecífica. Se suele englobar bajo este término a aquellos pacientes que por sus síntomas y sobre todo por el resultado de las biopsias no se pueden diagnosticar como colitis ulcerosa o Crohn, ya que su enfermedad se encuentra a medio camino entre estas dos.
Espero que os resulte útil esta información. Poco a poco iré actualizando el blog con más datos sobre las EII y salud digestiva.
Un saludo!
Sonia
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